Diferencias entre el hierro y el acero y aplicaciones en nuestro día a día

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Si no estás muy familiarizado con estos materiales, es normal que a veces tiendas a confundirlos. Por lo que en primer lugar, aclararemos las diferencias entre el hierro y el acero.

En primer lugar, cabe destacar que el hierro es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre.

Entre sus características podemos encontrar que es un metal maleable, presenta propiedades magnéticas y es muy duro y denso. Visiblemente lo podemos identificar por su color gris plateado.

Por otro lado, nos encontramos con el acero. El acero es un derivado del hierro, es decir, se consigue al mezclar hierro con una pequeña cantidad de carbono (entre el 0,008% y 2,11%). Si la mezcla supera un 1,8% de carbono, se producen fundiciones más frágiles que el acero.

Por todo esto, podemos concluir que la diferencia principal entre estos dos metales se encuentra en el porcentaje de carbono que llevan.

Ahora que ya sabemos identificarlos, pasemos a ver sus aplicaciones en nuestro día a día.

El hierro es el metal duro más usado en el mundo. Se estima que el 95% de la producción mundial de metal es hierro. Este metal lo podemos encontrar sobre todo en productos siderúrgicos y en grandes infraestructuras como puentes o monumentos.

El acero también está muy presente en nuestra vida cotidiana. Lo podemos encontrar en el interior de nuestros electrodomésticos y en las propias estructuras de nuestras viviendas.

Además, si dispones de un coche, hay piezas de su interior que también están compuestas de este material.

En conclusión, parece que estos materiales están más presentes de lo que nos pensamos en nuestra vida y con ellos se pueden hacer cosas increíbles.

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