Como muchos ya sabéis, en ACEROpanel somos grandes apasionados del hierro y el acero. Por eso, hemos querido hacer un pequeño análisis de la importancia de estos materiales en monumentos tan increíbles como la Torre Eiffel.
Para el que no la conozca, la Torre Eiffel es una torre de unos 300 metros de altura situada en París, Francia. Esta torre fue diseñada por los ingenieros Maurice Koechlin y Émile Nouguier, dotada de su aspecto definitivo por el arquitecto Stephen Sauvestre y construida por el ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel.
Su obra inicial se comenzó al iniciar el año 1887, pero no fue hasta el 31 de marzo de 1889 cuando se inauguró.
Si nos centramos únicamente en su diseño y sus materiales empleados cabe destacar sus dimensiones principales.
En los cimientos de la base de la Torre Eiffel se encuentran dos pilares de acero, los cuales reposan sobre una capa de hormigón, que a su vez reposa sobre una cama de grava.
En el primer nivel de la torre tiene una superficie de 4.200 metros cuadrados y está elaborada principalmente de hierro pudelado (también conocido como hierro forjado).
El segundo nivel, está hecho del mismo material que el nivel anterior pero tiene una superficie inferior. Exactamente de 1.650 metros cuadrados.
A continuación, nos topamos con un nivel intermedio entre el segundo y el tercer nivel. Este nivel no es accesible para los visitantes. Su única función es albergar la maquinaria del ascensor.
El tercer nivel cuenta con una superficie de 350 metros cuadrados y se encuentra a 325 metros del suelo. Solo puedes acceder a esta parte de la torre por el ascensor y al igual que el resto de la estructura está hecha de hierro.
En total, la estructura pesa unas 7.300 toneladas. Impresionante, ¿verdad?
¿Conoces alguna otra curiosidad de la Torre Eiffel? Cuéntanosla.
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